Sufrir un ictus dejará secuelas en forma de Daño Cerebral Adquirido. El ictus es daño cerebral y un daño cerebral puede significar el deterioro de nuestra autonomía personal. Se estima que hasta el 80% de los accidentes cerebrovasculares podrían prevenirse cambiando nuestros hábitos de vida.
Las principales pautas de prevención del ictus se resumen en:
- Mantener una dieta equilibrada.
- Practicar ejercicio con regularidad.
- Evitar el tabaco, las drogas y reducir el consumo de alcohol.
- Evitar la obesidad.
- Mantener controles periódicos de la tensión arterial y del colesterol.
Una vida sana y activa, tanto a nivel físico como cognitivo, nos facilitará prevenir los accidentes cerebrovasculares.
Por otro lado, hay que recordar que el ictus podría ocurrirle a cualquiera, ya que también existen factores genéticos que lo causan en cualquier momento. Aunque los accidentes cerebrovasculares afectan en mayor medida a las personas mayores de 65 años, entre 2002 y 2012 la incidencia en los menores de 64 años creció de forma significativa, en especial a partir de los 35 años.
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